Te doy la bienvenida a este cuaderno de ruta, con el que busco generar reflexiones sobre acontecimientos que pasan en el día a día; sucesos que nos hagan replantearnos nuestro actuar, nuestro modo de vida y sus consecuencias a nivel global. Seamos responsables con cada acto cotidiano y generemos una transformación para alcanzar una vida plena.

“Para ser parte de la solución tienes antes que admitir que eres parte del problema”

Stephen Covey

domingo, 31 de octubre de 2010

FELICIDAD INTERIOR BRUTA (FIB)

Hace poco se celebró en Madrid, el I Congreso Internacional de la Felicidad, en el que participó el primer ministro de Bután, Jigme Thinley. En este país se vive bajo el  paradigma que afirma: el deseo último de todo ser humano es encontrar la felicidad, equilibrando las necesidades del cuerpo con las de la mente y las necesidades espirituales con las materiales.
Si la felicidad de sus habitantes es una cuestión de estado en Bután,  me pregunto, ¿valdría la pena que cada individuo se preocupara por encontrar su verdadera felicidad? Por supuesto que sí; comenzando por la mejor apuesta para encontrarla, que es viviendo con valentía, tomando las riendas de mi existir sin esperar a que venga otro y me diga que debo hacer y cómo. Entendiendo que nadie puede vivir mi vida por mí, que sólo yo conozco qué me hace reír o qué me hacer llorar, que me apasiona o que me desmotiva.
FIB es arriesgarse cada día por intentar dar lo mejor de mí en cada instante, porque cada instante es la vida misma que avanza inexorablemente. Esta ya es una razón de mucho peso para sacudirnos la pereza y reflexionar.
La sociedad occidental tiene un apetito voraz por las posesiones materiales, a medida que se consigue un bien, se quiere otro de mayor valor y las exigencias crecen y crecen sin medida. Pero no queremos aceptar que vivimos en un planeta que no cuenta con recursos ilimitados para colmar nuestras demandas. Nuestro modo de vida es insostenible y no queremos entenderlo. “El valor último de este mundo globalizado es consumir la vida, más que disfrutarla”, dice Álex Rovira.
Felicidad Interior Bruta. Quizá debamos tener mucho más en cuenta este concepto tan sencillo que siempre ha estado al alcance de nuestras manos, donde las sociedades no midan el bienestar de sus ciudadanos basándose tan sólo en los bienes materiales, sino teniendo en cuenta que el avance de una estado no debe calcularse sólo por su rendimiento económico, pues "un país no es bueno o está desarrollado porque tenga mucho dinero, sino porque la gente viva feliz unida y se preocupe por los demás".
Pero para vivir armoniosamente en sociedad es primordial que cada uno disfrute de su propia vida desde lo esencial, comprendiendo que siempre faltará algo, lo que sea, que siempre  queda algo por aprender, aceptando que hacer este camino de la vida de la mejor manera es una responsabilidad individual.
La felicidad se halla en el encuentro alegre con el amigo, en el paseo bajo las hojas de los arboles con un atardecer y excelente compañía, en escuchar una melodía que remueva hasta la última fibra de nuestro cuerpo, en despertar cada mañana y ver que la vida nos espera con un nuevo día para que nos lancemos e intentemos vivirlo con toda la intensidad de la felicidad.

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