Te doy la bienvenida a este cuaderno de ruta, con el que busco generar reflexiones sobre acontecimientos que pasan en el día a día; sucesos que nos hagan replantearnos nuestro actuar, nuestro modo de vida y sus consecuencias a nivel global. Seamos responsables con cada acto cotidiano y generemos una transformación para alcanzar una vida plena.

“Para ser parte de la solución tienes antes que admitir que eres parte del problema”

Stephen Covey

domingo, 24 de octubre de 2010

EMBARCAR EN UN SUEÑO

Quién se atreve a embarcar en una patera donde las posibilidades de supervivencia son mínimas? En su mayoría provienen de la región saharaui de El Aaiún. Tal vez lo hacen porque quieren untarse del verdadero mundo capitalista, seguramente lo hacen muchos que huyen de condiciones de vida inimaginables, dejando empeñado todo, pero sobre todo su orgullo. Ese que los hace soportar circunstancias muy adversas, en la que atraviesan muchos kilómetros de desierto, para luego  esperar durante noches enteras en bosques marroquíes y, si no son descubiertos, embarcarse desde la playa más cercana a España -Mreyjnat- en un viaje de no retorno, amontonados, con poco agua, poco alimento, menos combustible, pero con unas ganas inmensas de ganarse una vida que les ha sido negada hasta el momento.
                                                                                              
Esa es la primera parte de su odisea, si logran alcanzar las costas españolas. Luego viene la de adaptarse a una sociedad en la que son un gran complicación, pero donde tienen que integrarse, a fuerza de paciencia y humildad, para conseguir saldar las deudas dejadas atrás y comenzar a vivir esas vidas soñadas. Empiezan muchos en el “top manta”, en la agricultura, la construcción, generalmente actividades que necesitan de gran esfuerzo físico y que no tienen reconocimiento social, algunas veces realizadas en condiciones inhumanas, ya que a los indocumentados no les ampara la ley frente a delitos como la explotación y los actos racistas. Es entonces cuando la búsqueda de un permiso de trabajo se hace indispensable, si bien lograr un contrato legal es prácticamente imposible, si no es dentro de un proceso extraordinario de regularización. Pero también esta posibilidad implica muchas trabas: reunir documentación difícil de conseguir, como un certificado de antecedentes penales del país de origen, solicitar allí un visado que deben recoger personalmente, pagar costosas traducciones. Una vez reunida toda la documentación deben esperar una respuesta de la administración, resolución que puede tardar tres meses, pero que en muchos casos se convierte en largos periodos de un año, incluso más.
A otros, la bienvenida a territorio español se las da Salvamento Marítimo y la Cruz roja. Hasta ahí llega su sueño casi convertido en realidad, porque -según la normativa del parlamento europeo- deben ser internados en centros de estancia temporal por un período máximo de 18 meses, para luego ser repatriados, sabiendo que la única salida es volver a empezar con la aventura.
“Son muy pocas las veces que logran articular palabra” dice Aníbal Carrillo, jefe del centro de Salvamento Marítimo de Las Palmas de Gran Canaria, están exhaustos, agotados de días y días en alta mar. Algunos logran pronunciar un “ya no voy a morir” después de haber tenido que soportar lo intolerable al tener que abandonar, en ocasiones, a algún compañero de viaje.
Estas son historias de individuos, cada uno la sufre desde su propia experiencia, algunos las viven con tanta fuerza que dejan su vida en el intento. Son ciudadanos como todos los demás, ciudadanos del mundo, que buscan hacerse un hueco en un sitio que no les pertenece. Los gobiernos anfitriones lo saben, porque la cultura que traen no se adapta a sus costumbres de primer mundo y no traen dinero para invertir, vienen a buscarlo aquí. Es entonces cuando se masifica el problema, son inmigrantes ilegales, deja de importar esa persona que por cuestiones particulares emprende un viaje, en el que lo arriesga todo por alcanzar el territorio donde sus sufrimientos puede que terminen.

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