OBAMA EL ANTIHEROE

Frustración. Ésta es la palabra más utilizada en los medios de comunicación los últimos días para definir el momento que atraviesa la administración Obama, porque el pueblo norteamericano exige un cambio de rumbo.

El miedo ha influido en la rapidez con que los votantes han olvidado que su país quedo sumido en una profunda crisis después de ocho años de gobierno republicano y ahora con las elecciones para Cámara y Senado vuelven a verlos como sus posibles redentores, sin detenerse a pensar que la salida llevará tiempo y que para conseguirla deberán trabajar todos con paciencia, sin esperar encontrar soluciones milagrosas e instantáneas por el camino. Pero para ellos el punto clave está en los resultados: como no han sido los esperados, los estadounidenses se sienten defraudados en sus expectativas y han decidido castigar a su presidente, irritados por la situación económica y decepcionados por las promesas de cambio.

La cuestión es que la crisis no ha tocado sólo a los norteamericanos, este es un crac que está aguijoneando a muchos ciudadanos de este planeta. Nos está incitando a considerar estos momentos críticos y a replantearnos nuestras maneras de vivir, a hurgar en nuestro interior hasta lograr encontrar las fortalezas que nos permitan reinventarnos y salir a flote cada quien con sus propias herramientas, es decir, con sus propios talentos. Pero no es suficiente con reconocer esas fortalezas, hace falta tener el coraje de ponernos en movimiento y entrar en acción, teniendo claro que la historia no solamente la escriben personajes como Barack Obama. El escribe su historia como mandatario de la primera potencia mundial, pero cada uno debe ser el protagonista de la suya propia.

Lo importante es reconocer la situación actual y aceptarla, sin creer que por esto vamos a caer en conformismos, sino tomándola como base impulsadora para comenzar a andar el rumbo que permita hallar transformaciones. Obama admite que el ritmo de recuperación no ha sido suficiente para superar el empeoramiento del mercado, pero se compromete a seguir trabajando hasta que todas las personas que quieran emplearse lo logren. Sé que suena a promesa política, pero es un buen ejemplo de responsabilidad. Él se compromete con su pueblo y cada uno debería hacerlo consigo mismo, sin esperar que las soluciones sean dadas por otros, porque cada quien es responsable de construir, de escalar, de dar el primer paso para lograr salir de su crisis particular, aunque en la búsqueda nos encontremos con equivocaciones y debamos corregir el rumbo, el control está dentro y siempre encontraremos caminos posibles que nos permitan descubrir un cambio.